Películas fundamentales del cine intelectual argentino de los años '60.

Cine intelectual de los ’60 en Argentina: la poética de la apatía

En este post, que escribí hace varios años para otro sitio, me puse histórica (¡casi académica!) para contarte de un cine que no es muy conocido pero me resulta fascinante. Las películas no son tan fáciles de conseguir, pero valen la pena.  

Cada renovación cinematográfica surge como la búsqueda de una nueva mirada sobre la realidad del espectador. Desde sus inicios, el cine argentino se movió entre la comedia liviana burguesa y el cine social popular, con buenas dosis de aventuras tangueras y campestres.

Esta tendencia se vio en el cine de la época de oro, en los años ‘30 y ’40. Los ’50 apenas dan muestra de algunas buenas películas innovadoras, pero que, al no constituir un movimiento común, no pueden tomarse más que como casos aislados.

Los años ’60: la revolución cultural

Entonces, llegan los ’60. Año de cambios cinematográficos aquí y allá. El Free Cinema inglés, la Nouvelle Vague francesa y, al sur de todo, el cine intelectual argentino.

Escritores, críticos, dramaturgos, entre otros orígenes, empiezan a meterse en el mundillo del cine. Sus historias son las historias de una generación. Es un cine burgués, pero de profundidad poética y planteos casi filosóficos. Sí, porque la vida también tiene algo de eso.

Los ’60 presentan así un nuevo escenario en la cinematografía argentina y la enriquecen de forma inédita. Hubo, a grandes rasgos, tres tipos de cine:

  • El cine comercial popular, basado en el modelo Hollywood de géneros y star system.
  • El cine estético-intelectual, de origen burgués y preocupaciones existenciales.
  • El cine político militante, de la mano del Grupo Cine Liberación (de Solanas y Getino) y el Cine de la Base (de Raymundo Gleyzer).

La cámara existe, los jóvenes también: innovaciones de la Generación del ’60

Este cine tuvo una preocupación por la estética de las imágenes como pocos habían tenido a lo largo de 60 años de cine nacional. La especial innovación en el montaje, de la mano de Antonio Ripoll como editor de casi todas las películas de esta generación, fue uno de los ejes. ¿La cámara transparente? Bien, gracias, pero no nos apetece. La cámara existe y cuanto más exprese, mejor.

En cuanto a temáticas, los jóvenes realizadores de los ’60 reciben la influencia de dos ámbitos centrales: la televisión (a la cual se oponen sistemáticamente) y la literatura, que resulta una importante fuente de inspiración (especialmente en la relación de Manuel Antín con Julio Cortázar).

¿El tema? La juventud. Casi sin excepciones, el cine intelectual de los ‘60 tiene películas sobre jóvenes en conflicto. Jóvenes aburridos, apáticos. No en vano una de sus películas más representativas se llama Los jóvenes viejos. Casi no hay padres, ni grandes cosas, solo emociones pasajeras. La angustia existencial de no saber qué se quiere termina en un vagabundeo físico que revela ese eterno transitar sinsentido por los vericuetos de la mente.

El hombre y la mujer en el cine intelectual argentino de los años ’60

El amor y el “deber ser” son los conflictos más explorados. El hombre transita el paso a la adultez a través del descubrimiento del amor, pero dejando de lado cualquier rasgo melodramático. La mirada, los silencios, ella que hoy es una y mañana otra, como si nada pasara. El trabajo, cuando lo hay, es siempre un deber que se cumple por inercia. No hay grandes aspiraciones vocacionales, porque el conflicto radica en un autodescubrimiento que parece inalcanzable. El antihéroe que no gana ni pierde… transita y ya.

El cine de los ’60 es aún, un cine hecho por hombres, pero la mujer deja de ser un objeto de deseo para convertirse en un sujeto de deseo. Ella piensa, sufre, se aburre, desea, calla. Se descubre protagonista de una liberación femenina que tampoco la satisface. Le pasan cosas pero se presenta al otro extremo de las grandes divas, más cerca del pantalón chupín que del tapado de plumas. Es, como este cine, una mujer de silencios, de preguntas, de pasos lentos, de ruptura.

Dirán, algunos, que es un cine de “pobres niños ricos”. Y en cierto punto lo es. Pero es un cine que plantea como esos pobres niños ricos – de clase media para ser más precisos- descubren la nada. Y eso también es un comentario social.

La renovación generacional: actores y directores

Otro aspecto que determinó la innovación del cine en estos años fue la introducción de rostros desconocidos. Se trató de una camada de actores que participó de buena parte de estos films, aportando frescura y diferenciándose radicalmente de las divas y los galanes de entonces.

Algunos de ellos fueron: Graciela Borges, María Vaner, Elsa Daniel, Maurice Jouvet, Héctor Pellegrini, Walter Vidarte, Leonardo Favio, Lautaro Murúa, Alberto Argibay, Luis Medina Castro y Jorge Rivera López.

Los realizadores más destacados que aportaron con su lente una nueva visión fueron: Manuel Antín, el más poético y literario de todos; Rodolfo Kuhn; David José Kohon; Lautaro Murúa, actor y director de inclinación más política; Leopoldo Torre Nilsson, casi el padrino de esta generación, prolífico hombre de cine junto a su esposa y guionista Beatriz Guido; Leonardo Favio, el más conocido por su labor como actor y cantante; Fernando Ayala y Simón Feldman, dos de los precursores de este nuevo cine.

El primer cine independiente argentino

Un dato no menor es que la mayoría de estos directores (a excepción de Torre Nilsson que venía del cine de los grandes estudios) realizaron sus films al margen del sistema de producción, lo que implicó un esfuerzo mayor y una mínima difusión de sus obras, muchas veces calificadas de clase B (aunque no lo fueran), lo que les impedía el estreno comercial en grandes salas.

Películas más destacadas de la generación del ‘60

Entonces, ¿qué te recomiendo ver para ahondar un poco más? Estos son algunos de los films más emblemáticos y a la vez más accesibles:

  • «La casa del ángel» de Leopoldo Torre Nilsson (1957): acá mirá los planos, la posición de la cámara, el uso de la luz y el tema, claro.
  • «Tres veces Ana» de David José Kohon (1961): es una de mis favoritas. En el link podés ampliar y verla.
  • «Los jóvenes viejos» de Rodolfo Kuhn (1962): esta puede ser un poco más tediosa, pero es un retrato de la época.
  • «Pajarito Gómez» también de Rodolfo Kuhn (1965): la vas a amar, lo prometo.
  • «Circe» de Manuel Antín (1964): súper poética, con Graciela Borges. Si te gusta, seguí con «La cifra impar» (bellísima) e «Intimidad de los parques» (demasiado compleja quizás). Son todas de Antín.
  • «El dependiente» de Leonardo Favio (1969): con el fantástico Walter Vidarte. El cine de Favio tiende más a lo social, pero este film es quizás el más representativa de este estilo.

Los ´60 fueron años de renovación cultural y social. El cine argentino no pudo estar ajeno. Los jóvenes de entonces tuvieron un lugar en la gran pantalla para verse reflejados y tratar de descubrirse. Y, de paso, el cine los descubrió a ellos.

Este artículo fue publicado originalmente en Suite101.net en julio de 2013.

3 comentarios sobre «Cine intelectual de los ’60 en Argentina: la poética de la apatía»

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