Kathryn Bigelow regresa al cine con Detroit, zona de conflicto, una potente película sobre el racismo, basada en hechos reales.
De qué se trata Detroit, zona de conflicto
Basada en los acontecimientos sucedidos en Detroit en 1967, el film inicia sin otro protagonista que la ciudad, un sitio donde gobierna el caos y la violencia. Allí convive una policía racista y un pueblo de afroamericanos que sufre la pobreza y el maltrato. Una noche, en un motel, un grupo de jóvenes se ve acorralado por la policía local, quien los acusa de atacarlos.
Razones para ver Detroit, zona de conflicto
Me encanta decirlo cuando pasa: esta película es todo lo que está bien en el cine. Kathryn Bigelow construye un relato que tiene todo lo necesario. Una historia potente, una cámara lúcida, unas actuaciones extraordinarias, un ritmo preciso, un tono adecuado.
Bigelow habla de la violencia sin recurrir al morbo ni a excesos de ningún tipo. Tampoco cae en la trampa del sentimentalismo, el golpe bajo o a esa música melodramática que siempre está dispuesta a ordenarnos lágrimas. No, Detroit, zona de conflicto es profunda y humana, dramática, por supuesto, pero no banal.
Es acertada también la elección de actores de popularidad media. Por ahí tenemos a John Boyega haciendo un excelente trabajo como un hombre que se divide entre lo que implica el color de su piel y la posibilidad de estar en un lugar de cierto poder. Will Poulter, por su parte, encarna a un policía carente de ética y guiado solo por su ferviente odio racial. También vale destacar el enorme trabajo de Algee Smith como un joven que sueña ser contratado por Motown y ve su realidad truncarse por el conflicto racial.

Desde que comienza hasta que termina, Detroit, zona de conflicto es una serie de decisiones acertadas. Pasan al menos 20 minutos -o quizás más- hasta que sabemos quiénes son los protagonistas. La razón es simple: la protagonista es la ciudad. Incluso desde el sonido se trasmite este permanente estado de caos y desastre. Luego, llegan las víctimas y los victimarios. Y también llegan los Judas que no se hacen cargo.
Hay que verla
Con serias posibilidades de sumarse a la carrera por el Óscar -y me atrevo a decir que merecido tendría ganarlo- Detroit, zona de conflicto es una película necesaria, lúcida y sin errores. Kathryn Bigelow, la única mujer en la historia en ganar el Óscar a Mejor Dirección, vuelve a demostrar con creces su enorme talento en esta extraordinaria película. Hay que verla.
Puntaje: 10/10
Título original: Detroit
Duración: 143 minutos
País: Estados Unidos
Año: 2017
¿Que no tiene errores?, pues el otro día viéndola le encontre un error de racord(continuidad). EN la secuencia donde uno de los policías mete a la chica en la habitación que le pregunta si es prostituta, cuando la deja sola, ella va hacia la ventana y se ve claramente como entra la luz del sol por la ventana, y luego cuando meten al excombatiente de color en la misma habitación se puede seguir viendo que por la ventana entra la luz del sol, ademas se puede ver como incide dicha luz sobre el sillón. Pero al momento, cuando salen por la puerta, se ve que es de noche.
Hola Mata, qué observador@! Cuando digo que no tiene errores me refiero a la película en general, en cuanto a baches narrativos, falta de ritmo, inverosimilitud y ese tipo de cuestiones. Si es por el racord, apuesto que todas las películas que existen tienen errores, solo hace falta un ojo afilado que los detecte 🙂