Sí, esto ya lo vi. No se puede decir que Londres bajo fuego sea una película aburrida o carente de acción, pero tiene un problema fatal: es la misma historia de siempre.
Argumento de Londres bajo fuego
Un Primer Ministro británico muere y los máximos líderes mundiales asisten a Londres para el funeral, convirtiendo a la ciudad en el blanco perfecto para un ataque terrorista de consecuencias políticas inimaginables.
Londres bajo fuego, otra vez lo mismo
Hasta ahí tendríamos la cuota de originalidad. Peeeero… después viene el déjà vu. Luego de una serie de explosiones y disparos que acaban con la vida de varios líderes, (o de todos, quien sabe) el presidente de Estados Unidos (Aaron Eckhart) logra escapar. Claro. Por supuesto. De eso va la cosa. Y lo hace gracias al bueno y bello de Gerard Butler, nuestro héroe del día, el guardaespaldas que a fuerza de tiros y patadas protegerá al Mr. President.
Del otro lado del océano estará Morgan Freeman, el vicepresidente, para orquestar y apoyar la misión de rescate. Disparos, persecuciones, peleas, bombas… ya sabés, eso que ya vimos mil veces. ¿Acaso nos intriga el final? No, tampoco, ya sabemos cómo termina. El patriotismo americano en todo su esplendor, luchando contra cuanto sujeto con cara de terrorista de Medio Oriente pase por el camino.
Secuela de «Ataque a la Casa Blanca», Londres bajo fuego resulta predecible, sin vueltas de tuerca y carente de grandes diálogos. Es otra apuesta más del cine de acción que ni siquiera pretende innovar en algo. Una película solo para quien disfruta de los films de acción sin pretensiones y para quienes suspiren con Gerard Butler. El resto, mejor pasar.
Título original: London has fallen / Título alternativo: Objetivo: Londres
Duración: 99 minutos
País: Estados Unidos / Reino Unido / Bulgaria
Año: 2016