Se viene una nueva entrega de Cloverfield y es una buena excusa para recordar cómo empezó todo. Aunque esta segunda parte no es una secuela en el sentido estricto de la palabra, pero, qué va, vamos a hablar de «la 1».
Quedás un poco extenuado, con temor a salir al pasillo a sacar la basura y que ¡ñácate! una especie de babosa gigante aparezca por la escalera. Pero qué bien hecha. Y detrás de todo está el genial J. J. Abrams, que ya hizo tantas cosas que perdí la cuenta (para mí será siempre el cerebro de Lost…).
Entre tanta película de monstruos espantosos que invaden ciudades y destruyen todo (hasta en Batman Vs Superman metieron uno), ni falta hace que te diga cuál es el hallazgo de Cloverfield: la narración que simula una filmación verdadera.
De la mano del director Matt Reeves, «Cloverfield» no solo logra fantásticamente el efecto, con pura toma de la supuesta cámara casera, sino que consigue no sucumbir a la tentación de normalizarse. Y ese es quizás su mayor mérito no técnico. La película es, literal y de principio a fin, lo grabado en esa cámara casera. Porque la tensión no reposa solo en a quién se comen los monstruos, sino también en qué pasa son esa filmación. El metraje es el conflicto, la reproducción misma de lo que vemos es el conflicto. Y tal cosa es algo que no se ve todos los días (un claro antecedente es «El proyecto Blair Witch», aunque con características distintas).
Por eso, «Cloverfield» te marea un poco, con el tipo que filma que no para de hablar TODO el tiempo, con los movimientos de quien graba mientras camina y hasta cierta cosa difícil de creer, como subir y bajar 70 pisos en ciertas condiciones (¡70 pisos!) que puede justificarse con el instinto de supervivencia (ponele). Pero ¿poner el soporte mismo de la película como eje para generar tensión? Aplausos.
Ahora a ver Avenida Cloverfield 10, que se aleja de esta premisa pero… en la crítica te cuento. 😉 Podés leerla acá.
Duración: 85 minutos
País: Estados Unidos
Año: 2008
Imagen: Paramount
1 comentario sobre ««Cloverfield»: guarda con los monstruos»